Enclavada en el corazón del Parque Nacional de los Montes Sibilinos, se encuentra una torre que data de 1080, último vestigio del antiguo sistema defensivo de la Marca Fermana. Encaramada en un espolón rocoso, la estructura domina el valle circundante y ofrece unas vistas impresionantes del monte Sibilla.

El interior ha sido hábilmente dividido en dos pisos separados: L'Infernaccio en la planta baja, que puede alojar hasta 4 huéspedes, y La Sibilla en la torre, con espacio para 5 huéspedes. Las habitaciones conservan el encanto histórico del edificio, enriquecido con comodidades modernas para una estancia inolvidable.

El parque que rodea la estructura es una obra de arte al aire libre, donde las instalaciones de Land Art se funden con la naturaleza circundante. El anfiteatro privado ofrece un escenario privilegiado para admirar espectaculares puestas de sol sobre el valle, creando una atmósfera perfecta para momentos de relajación y contemplación.

A sólo 3 km, se puede tomar el fascinante sendero del desfiladero de Infernaccio, también accesible para los niños, que conduce a la ermita de San Leonardo. El cercano pueblo medieval de Montefortino y el Santuario de la Madonna dell'Ambro invitan a descubrir la rica historia y espiritualidad de esta encantadora tierra.