Desde esta encantadora casa de madera en el acantilado, tienes un asiento en primera fila para el sonido del mar y una magnífica vista del Gran Belt. La ubicación de la casa te da la sensación de estar en un barco, donde el mar es visible desde todas las ventanas y el sonido de las olas te sigue las veinticuatro horas del día.

El luminoso interior mezcla lo antiguo y lo nuevo respetando el alma de la casa, que se hace especialmente evidente en las vidrieras conservadas de los años treinta. La cocina compacta se funde con el comedor, y desde el dormitorio puede despertarse con vistas al mar mientras la estufa de leña crea un ambiente acogedor en los días fríos.

Un encantador porche rodea toda la casa y conduce a dos terrazas. Una cuenta con una ducha exterior con vistas al mar, mientras que la otra está rodeada de césped marram y rosas clásicas. Desde la casa hay unas escaleras privadas que bajan directamente a la playa.

En la zona, el viñedo de Stokkeby y el ahumadero local de Måle esperan a ser explorados. El complejo de golf y balneario Great Northern está a sólo 8 kilómetros, y el pintoresco camino costero a Kerteminde ofrece tiendas y restaurantes de lujo.