Esta encantadora casa de campo pintada de negro con ventanas con parteluz desprende auténtico idilio vacacional desde el primer vistazo. Desde la gran terraza de madera se disfruta de la naturaleza del jardín y conecta la casa con el anexo, donde también hay espacio para dormir. La terraza es soleada de la mañana a la noche y puede abrirse al salón en los calurosos días de verano.

En el interior, el salón y la cocina están en la misma habitación, por lo que hay mucho espacio para mantener conversaciones acogedoras durante la cena. En los días fríos o lluviosos, puede encender la estufa de leña y disfrutar de la tertulia o leer un buen libro en el acogedor rincón con una mecedora y un gran sofá con espacio para todos. En primavera y verano, podrá disfrutar del calor del sol en el pequeño invernadero amarillo.

Hay dos dormitorios y la habitación de los niños tiene una cama elevada con una acogedora cueva debajo donde los niños pueden crear su propio pequeño universo.

Después de un largo día en la playa, puede darse un baño al aire libre bajo la ducha exterior o en el nuevo cuarto de baño, decorado de forma única con una claraboya sobre la bañera.