Esta clásica casa de Tisvilde situada a pocos minutos a pie del agua puede conseguir que todos los miembros de la familia bajen el ritmo. El ambiente acogedor, la hermosa decoración nórdica y la gran cocina abierta crean una sensación de calma e intimidad. Aquí se ha pensado en cada detalle. En la cocina y en el amplio salón, todos pueden participar en la preparación de los platos. En las noches frías, la chimenea se puede encender y disfrutar desde la zona de sofás, y cuando brilla el sol, puede sentarse en la gran terraza. Desde aquí se divisa el luminoso jardín, donde también se encuentran los dos bonitos anexos con un poco más de intimidad.

Se ha tenido mucho cuidado en la decoración de la casa para que coincida con el espíritu de la casa, el estilo de la zona y la extensa renovación en 2018 ha añadido el toque final con muchos detalles únicos y hermosos.