No lejos del punto más meridional de Dinamarca, en Gedser, esta encantadora casa de vacaciones está enclavada entre los árboles en una tranquila zona de casas de vacaciones antiguas. Hay mucho espacio para que la familia y unos pocos amigos se instalen en el luminoso interior y disfruten de la vida al aire libre en el tranquilo jardín cerrado.

El salón está inundado de luz a través de las puertas del patio y las ventanas con parteluz. Aquí, los mullidos sofás dan a la estancia un aire cálido y acogedor. El interior está decorado con pocos colores y detalles nostálgicos, como la nevera retro azul, el banco de trabajo de la cocina y los bonitos armarios. Prepárate una buena taza de café en la cafetera exprés y deja que los niños grandes tengan un rato para ellos solos en el anexo.

En el exterior, podrás tomar el sol en la terraza, refugiarte de la lluvia bajo el toldo o encontrar un lugar sombreado bajo los árboles en los días más calurosos. En el gran césped podrá disfrutar de un acogedor juego de jardín, mientras que la ducha exterior le invita a darse un fresco enjuague al llegar de la playa. La casa está a sólo 200 metros desde la puerta principal hasta la orilla del agua. También puede subirse a sus bicicletas, coger sus linternas de ámbar y salir a buscar ámbar en la playa de arena fina.