Enclavada en el corazón del triángulo de oro de Gers, esta granja gascona de 1776 combina armoniosamente el encanto del viejo mundo con el refinamiento contemporáneo. La luz natural entra a raudales por los grandes ventanales, que ofrecen unas vistas espectaculares de la campiña y los Pirineos.

El interior es una elegante mezcla de lo antiguo y lo moderno, con un acogedor salón y una cocina totalmente equipada. Los cuatro dormitorios, cada uno con su propio cuarto de baño, disfrutan de impresionantes vistas de la campiña circundante.

La finca está situada en un terreno cuidadosamente ajardinado, con una atractiva piscina y un bar de piscina para los momentos de relax. Cuatro terrazas diferentes y una pista de petanca permiten disfrutar al máximo del aire libre.

A tiro de piedra, el auténtico pueblo de Marsolan le invita a descubrir su patrimonio medieval. La región está llena de tesoros: mercados tradicionales en Fleurance, los baños termales de Lectoure, la ruta del vino de Gascuña y animadas fiestas locales.