Villa con vistas al valle del Ombrone

En octubre tuvimos la oportunidad de pasar dos semanas maravillosas en esta fantástica villa, unas vacaciones que nos encantaron a toda la familia. La casa está situada en un precioso entorno, en medio de las colinas toscanas, en una zona tranquila y apartada, con unas vistas magníficas a los olivares y los campos. Disfrutar cada mañana de estas vistas mientras tomábamos el café en la terraza fue todo un regalo. La bienvenida de Philippe y Muriel fue extraordinariamente cordial. Nada más llegar, se notaba el cariño y la atención con que ambos reciben a sus huéspedes. Tras una detallada visita guiada por la casa, nos dieron mucha información útil sobre excursiones, tiendas y restaurantes de la zona. Un detalle muy atento: la primera noche ya tenían preparada la cena y la nevera llena, por lo que pudimos llegar completamente relajados y disfrutar de las vacaciones desde el primer momento. La villa es moderna, cómoda y está perfectamente equipada, ideal para nuestra familia de cuatro miembros. La piscina climatizada se podía utilizar perfectamente incluso en octubre y era muy refrescante. Lo más destacado fue la visita guiada por los olivares y la almazara de Philippe y Muriel. Aprendimos mucho sobre el cultivo y la cosecha, y nuestros hijos incluso pudieron ayudar en la recolección de aceitunas. El aceite de oliva elaborado por Philippe y Muriel es simplemente delicioso, no es de extrañar que haya sido galardonado en varias ocasiones. Nos sentimos muy a gusto en todos los sentidos: la cordialidad, la tranquilidad, el paisaje, la casa... todo fue perfecto. Philippe y Muriel son unos anfitriones maravillosos que se esfuerzan con gran alegría y pasión por hacer que uno se sienta bienvenido. Nuestra conclusión: un lugar de ensueño para relajarse y disfrutar, gestionado con mucho corazón. ¡Recomendamos sin reservas este alojamiento!