Criar a nuestras tres hijas en el corazón internacional de Berlín fue una gran experiencia, las expuso a la cultura y las artes, la música, el teatro, la arquitectura y la comida de todo el mundo desde muy temprano, pero también nos hizo anhelar la naturaleza, el tiempo al aire libre, la calma y el laissez-fair..... y visitar a unos amigos en el Uckermark en un fin de semana de finales de verano nos hizo estar todos de acuerdo: este es el lugar. El chalet, con su gran finca rodeada de campos y a 500 m del vecino de al lado, es exactamente el lugar especial que buscábamos. Nos costó una gran remodelación durante 4 años para poder hacer realidad el proyecto de nuestros sueños. Cuando terminamos a finales de 2020 la vida nos había llevado a vivir en el extranjero durante un largo periodo, de modo que ahora pasamos el tiempo entre Los Ángeles, Nueva York y Berlín, pero siempre disfrutando enormemente de volver aquí y pasar tiempo de calidad con amigos y familiares. Y a nuestras hijas, ahora adolescentes y jóvenes adultas, también les gusta venir por su cuenta a pasar aquí fines de semana de amigos. Es importante mencionar que la experiencia de ser amantes del campo a tiempo parcial nos hizo añadir dos perros (también chicas, por supuesto) a la familia: Pippa (LA Viszla lady) y Ava (Berlin mutt). ¡Esperamos veros pronto!