En el antiguo jardín, bien protegido del mundo exterior, encontrará una pequeña joya de los años 60 con preciosas paredes y muchos rincones acogedores. La casa de vacaciones se construyó a principios de los años 60 y desde entonces se ha restaurado con esmero y atención a las tendencias contemporáneas.

Detrás de las grandes ventanas de cristal se encuentran los suelos de madera más bonitos en parqué de mosaico, y el interior está decorado con colores cálidos y tranquilos que, junto con los bonitos papeles pintados, crean un encantador hilo conductor en toda la casa. En el acogedor salón con chimenea podrá sentarse y relajarse por completo, mientras que en la nueva cocina comedor podrá tomarse su tiempo para cocinar u hornear con la familia. Hay dos bonitos dormitorios con capacidad para un total de tres personas y también hay una cuna.

Las vistas al antiguo jardín maduro son omnipresentes: los grandes ventanales caracterizan toda la casa, así que mires donde mires, tendrás vistas al verde. Esto hace que el interior sea maravillosamente luminoso y, al mismo tiempo, que la naturaleza se introduzca en el interior.

En la terraza cubierta podrá sentarse hasta bien entrada la noche, hacer una barbacoa o simplemente disfrutar de la compañía de los demás.